Comprender los PFI a escala local: una solución para la cuenca del Congo

Comprender las condiciones y las preocupaciones locales, y llevar a cabo una amplia consulta con los actores sociales en el terreno, son elementos clave para implementar de manera eficaz la moción 65 (2014).

Benoit Jobbé-Duval,
Norte Económico,
Director General, ATIBT

La implementación efectiva de la moción 65 (2014) es fundamental para alcanzar los propósitos y los objetivos del Plan Estratégico Global FSC 2015-2020, incluida la extensión de las áreas forestales con certificación FSC. Sin embargo, el manejo sostenible de los paisajes forestales intactos (PFI) solo puede lograrse por medio de la consulta. Los actores sociales sobre el terreno deben estar detrás de la manera de implementar la moción para garantizar que no se vuelve contraproducente para el desarrollo a largo plazo de la certificación FSC.

Cuidamos de los bosques de África Central
El manejo sostenible de los bosques tropicales por parte de las empresas con certificación FSC en la cuenca del Congo sirve como medida de protección contra la conversión de bosques en tierras agrícolas y como baluarte contra la deforestación. Esta situación solo podrá continuar si se aprecia adecuadamente la importancia de los bosques y los productos que se derivan de ellos. La conservación de los bosques solo será efectiva y sostenible si los titulares de certificados FSC fomentan el empleo, combaten la caza furtiva y construyen relaciones sólidas con las comunidades locales.

Cualquier paso en falso a la hora de implementar la moción 65 (2014) podría ser contraproducente, y las pocas empresas certificadas por el FSC en África Central podrían verse obligadas a abandonar el sistema. Por este motivo, tenemos que aplicar la moción 65 (2014) de manera realista, a fin de mantener y fortalecer el frágil equilibrio alcanzado hasta la fecha, y hacer progresos con la certificación FSC.

Respaldo y preocupaciones

Representantes de la cámara económica de la cuenca del Congo participaron en la 7ª Asamblea General del FSC en 2014, en la que se aprobó la moción 65. La cámara económica aprobó la moción con cautelo, pero la totalidad de sus consecuencias no se conocían claramente por todos en ese momento.

Desde entonces, los gobiernos de la República del Congo y Gabón y la Comisión de Bosques de África Central han expresado su preocupación por la moción 65 (2014) debido al impacto que tendría en el creciente sector maderero de la región y la falta de visibilidad en torno a la implementación de la moción. Fundamentalmente y dado que no hay miembros africanos en el actual Consejo Directivo de FSC Internacional, existe la preocupación de que los bosques de la cuenca del Congo y sus realidades regionales no estén siendo representados durante los procesos de toma de decisiones del FSC.

Los bosques de la cuenca del Congo pertenecen principalmente a los gobiernos afectados ​​y sus representantes no quieren ninguna reducción de las áreas forestales debido a los programas de trabajo existentes, a las importantes interacciones con las poblaciones locales y a las inversiones previstas. Después de años de negociaciones con comunidades y empresas locales, se ha establecido un equilibrio con las actuales directrices del FSC. Por lo tanto, la moción 65 (2014) debe implementarse con cautela si queremos que este encomiable modelo perdure.

Nuestro trabajo sobre el terreno

Las empresas certificadas por el FSC ya conservan el 10 por ciento de su superficie forestal, pero, desgraciadamente, están agrupadas por medios de comunicación con empresas no certificadas que no manejan sus bosques de manera responsable ni sostenible. Ninguna de las impactantes imágenes de las tierras totalmente deforestadas expuesta públicamente viene del sector maderero.

Es obvio, como demostró la última reunión sobre PFI en Brazzaville, que todas las cámaras del FSC comparten el mismo objetivo: conservar los bosques tropicales. Ningún mecanismo alternativo al desarrollo sostenible funciona lo suficientemente bien como para alcanzar este objetivo; ni el mercado del carbono, ni el ecoturismo, ni los productos forestales no maderables.

Por otro lado, debido a las dificultades y complejidades de la región, muchos miembros y actores sociales del FSC ​​no están bien informados sobre la forma en la que trabajamos sobre el terreno en materia de diálogo social, protección de la vida silvestre, conservación y reducción del impacto de la tala. Por ejemplo, las empresas certificadas por el FSC en la cuenca del Congo solo aprovechan uno o dos árboles por hectárea cada 25 años; nuestros planes de manejo forestal son específicos para nuestro contexto local y pasan por los mismos procesos rigurosos que en otras partes del mundo.

Por supuesto, todavía queda margen para el progreso y siempre trabajamos para mejorar. Participamos en asociaciones con diversas ONG y organizaciones científicas para lograr un mejor entendimiento de todas las características específicas de los bosques tropicales.

Animamos a los miembros y actores sociales ​​del FSC a visitar las operaciones certificadas por el FSC en la región. Verá que compartimos muchas preocupaciones comunes y que estamos dispuestos a entablar un diálogo concertado para encontrar soluciones. Esperamos encontrar la solución para la implementación de la moción 65 (2014) en la asamblea general de este año.