Para mí, ese año fue el de mi primera Asamblea General del FSC – y qué año para hacer mi debut, durante nuestro vigésimo aniversario.
Para aquellos de ustedes que no están familiarizados, la AG dura una semana y tiene lugar cada tres años. Durante estos días, el FSC recibe a miembros de todas condiciones que se reúnen para discutir el manejo forestal: desde el Director Ejecutivo de IKEA, hasta un líder indígena de la Amazonia, y varios sindicalistas. Todos están ahí para hacer del mundo un mejor lugar.
En ocasiones, podemos estar en completo desacuerdo – y unos cuantos minutos después, podemos llegar a acuerdos que ni en sueños hubiéramos pensado se darían. Son estas las imágenes que muestran cómo el FSC logra cosas que ninguna otra organización podría.
Con la presentación de un número sin precedente de mociones (propuestas) – 96 para ser precisos – ese año permanecerá como uno lleno de desafíos.
Evidentemente, el volumen de mociones indicaba frustración entre los miembros; aunque también mostraba su preocupación. Desde ayudar a salvar los bosques remanentes más grandes del planeta, hasta trabajar con comunidades locales e indígenas, las propuestas mostraban que la gente consideraba que estos problemas y el FSC eran importantes.
Con tantas mociones por evaluar, estábamos muy preocupados antes del evento: negociaciones y racionalización solo lograron reducir su número a 89 al llegar la AG. No obstante, dos o tres días antes de que la AG comenzara, las negociaciones entre miembros había reducido el número de mociones a 46. De estas 46, logramos discutir 32, 19 fueron aprobadas y 13 rechazadas. Las mociones aprobadas nos indican el rumbo para los próximos años y una de ellas nos ordena explícitamente desarrollar un nuevo plan estratégico mucho más claro para el FSC. Desde luego, una de las tareas principales en los próximos años será echar a andar este plan.
A lo largo de la AG surgieron muchos asuntos y, uno que me pareció sobresaliente, fue el concepto de la simplificación – y éste es uno de los pilares de nuestro trabajo al ir avanzando. Por ejemplo, queremos simplificar las normas relacionadas con la forma en que se usa nuestro logotipo. El logotipo es el activo más importante que tenemos, y entre más sencillo de usar lo hagamos, más exitosos seremos en promover al FSC.
De la mano con la simplificación está nuestro deseo de acrecentar aún más la transparencia del FSC. Para conservar nuestra credibilidad tenemos que asegurar que estamos compartiendo información más eficazmente con los actores sociales, en particular aquellos que están afectados por las decisiones de certificación.
Aunque disfrutamos muchos éxitos durante la AG, hubo un área donde no logramos alcanzar un momento FSC: cómo es que protegemos los derechos de los sindicatos de trabajar libremente.
Para tomar cualquier decisión en la AG, requerimos contar con la mayoría de votos en las tres cámaras y, a pesar de que esta moción contaba con el firme apoyo de los miembros sociales y ambientales, el respaldo de la cámara económica era limitado. Así que la moción fue rechazada.
Como resultado, muchos miembros de la cámara social protestaron abandonando el salón y por un momento dejamos de tener suficientes miembros presentes para seguir tomando decisiones. Los miembros de la cámara social regresaron, pero el estado de ánimo era amargo y evidentemente resultaba decepcionante que no fuéramos capaces de alcanzar consenso sobre este tema. Después de la AG he sostenido un diálogo fructífero con los representantes sindicales mundiales y tengo confianza de que podremos utilizar la especial fortaleza del FSC para alcanzar un compromiso sin precedentes en esta área.
Me da gusto decir que durante la AG efectivamente logramos acuerdos sobre muchas otras cuestiones pertinentes, tales como los paisajes forestales Intactos (Moción 65).
A escala global, poco es lo que queda de estos ecosistemas forestales intactos, principalmente en países extensos como Canadá, Rusia, Brasil y los países de la Cuenca del Congo en África. Algo tenemos que hacer al respecto y después de la AG ahora tenemos el firme mandato de avanzar en el tema.
Por supuesto que no puedo mencionar la aprobación de esta moción, sin mencionar a los miembros de Greenpeace que llevaron a cabo varias estratagemas en el período previo a la votación. Por ejemplo, una noche, al regresar al hotel, observamos que había letreros de ‘No molestar’ colgados de las puertas de nuestras habitaciones, los cuales habían sido diseñados especialmente para la Moción 65. Luego, durante el almuerzo del día de la votación, la caída de volantes en forma de hojas de árboles llamó la atención de más de 300 personas sobre el tema de los paisajes forestales intactos. Es posible que estas estratagemas no solo ayudaron a que la moción fuera aprobada, sino que también demostraron el compromiso con el sistema FSC de Greenpeace y de otras organizaciones globales.
En definitiva, yo sentí que mi AG inaugural resultó todo un éxito.
De hecho, una asistente llegó a describirla como la mejor reunión en la que ella había participado. Aun cuando esto es, en efecto, un gran elogio dirigido a la planificación del evento que estuvo a cargo de muchos miembros del personal FSC, yo debo concentrarme en lo que viene: cómo podemos tomar las mociones aprobadas y el ímpetu emanado de la AG y transformar todo este en acciones.