Historia, alianzas y riesgos calculados en tiempos de cambio para el FSC

Por Julia Young y Mikhail Tarasov

Historia de los bosques y del mercado

Las ideas dan forma al curso de la historia. A medida que nos aproximamos al 25 Aniversario del Forest Stewardship Council (FSC), deberíamos recordarnos a nosotros mismos las ideas y ambiciones que han conformado la historia de los bosques y del mercado.

El fracaso en abordar la exclusión social, la deforestación creciente y la tala ilegal en los bosques tropicales en los años ’80, junto a un débil resultado sobre bosques en la Cumbre de la Tierra de Río en 1992, dieron nacimiento a algo extraordinario – la colaboración instrumental entre empresas y ONGs que antes eran “enemigos”, y la emergencia de una gobernanza ambiental dirigida por el mercado. Común y corriente ahora, en los ’90 fue una revolución pacífica.

En los tres primeros años desde que apareció el primer producto certificado FSC en 1995 – una paleta de madera- más de 10 millones de hectáreas de bosques se habían certificado en todo el mundo. Hace una década, la publicación de “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte” en papel certificado FSC supuso el mayor pedido único de papel FSC, valorado en 20 millones de dólares de EEUU. A esto le siguieron en el 2015 213 millones de copias del Catálogo de Ikea – la mayor publicación certificada FSC del mundo. Hoy en día, 198 millones de hectáreas se manejan de acuerdo con los estándares del FSC en 84 países.

Por supuesto, no todo son buenas noticias. La deforestación y la degradación forestal continúan, las zonas tropicales representan sólo el 16% del área certificada FSC, y los pequeños productores todavía se enfrentan a dificultades para entrar en el programa. Sin embargo, cuando debatamos estos y otros retos en la Asamblea General del FSC, no olvidemos lo lejos que hemos llegado.

Fundado en 1993 a través de los esfuerzos de colaboración de más de 100 participantes que representaban los intereses económicos, sociales, indígenas y ambientales, el FSC es ampliamente reconocido como el estándar de manejo forestal mundial más exigente y más creíble. Ésta es nuestra herencia compartida.

En compañía de aliados

Quizás el mayor valor del FSC es la de ser una plataforma democrática para el diálogo, participación y consenso, al servicio tanto de la resolución de conflictos como de la creación de soluciones. Es un rol que ha sido fundamental para el éxito de la colaboración entre WWF e IKEA a lo largo de los últimos 15 años.

Reuniendo diferentes intereses a través de la promoción del FSC en más de una docena de países, hemos contribuido al desarrollo del primer conjunto de herramientas de Bosques de Alto Valor de Conservación (BAVC), identificado y protegido millones de hectáreas de BAVC y bosques milenarios, combatido la tala ilegal en el Lejano Oriente de Rusia y en Rumania, apoyado la inclusión en el mercado de los pequeños propietarios en el sudeste asiático y avanzado en el desarrollo de estándares forestales FSC nacionales. Además, hemos sido fundamentales para la certificación de más de 35 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo.

Nuestro objetivo compartido de hacer que el manejo forestal responsable sea la norma es inimaginable, mucho menos alcanzable, sin el FSC. Y la nueva fase de nuestra alianza, una vez más en colaboración con muchos otros, seguirá siendo enfocarnos en el fortalecimiento y promoción del FSC – para estimular la mejora de la gobernanza, promover el manejo y comercio forestal responsable, y asegurar los valores forestales, sin olvidar el apoyo a los productores a pequeña escala y el desarrollo de un enfoque basado en el paisaje.

Eficiencia y riesgos calculados

Hay mucho que hacer si queremos cumplir juntos los muy aclamados compromisos de acabar con la deforestación, como se expresa en la Declaración sobre Bosques de Nueva York. En el marco de una agenda para el cambio tan amplia como ésta, la mayoría de los compromisos de las empresas confían en la certificación y el FSC puede proporcionar alternativas viables a las talas y conversiones del suelo insostenibles. Pero si queremos mantener el éxito mientras el FSC sigue creciendo, estas alternativas deben seguir siendo atractivas y competitivas para los gobiernos, las empresas y las comunidades locales, que en última instancia son los que van a decidir cómo se manejan sus bosques.

Dos cosas atractivas universalmente son la eficacia y el impacto positivo. Cuando buscamos la resolución de unos retos muy reales, contenidos en las mociones de la Asamblea General del FSC, la simplicidad de medios y objetivos, junto al beneficio para la gente y la naturaleza – desde mejoras para la salud y seguridad, y pago de los trabajadores, hasta la protección de las especies en peligro – deberían ser la brújula que nos guíe.

Y mientras el FSC ya está comprometido con el desarrollo de políticas y estándares más simplificados y orientados a resultados, desbloquear su cumplimiento requiere ahora utilizar enfoques basados en el riesgo para la certificación y la auditoría.

Esto significa adoptar una visión más amplia y sistemática, así como nuevas tácticas sobre el terreno – desde dar cuenta de los servicios del ecosistema y hacer mejor uso de la tecnología y de los grandes datos, hasta forjar nuevas vías de trabajo con los pequeños propietarios – que permitan el monitoreo del abanico completo de impactos ambientales, sociales y económicos, más allá de simplemente las hectáreas certificadas.

Las empresas capaces de demostrar y reportar claramente sobre sus impactos positivos, como solicitaron los miembros del FSC en la última Asamblea General, también pueden contribuir a facilitar el desarrollo de un enfoque creíble basado en el riesgo. A cambio, deberían poder tener acceso a las ventajas de auditorías simplificadas. Con el paso del tiempo, esto hará que la certificación sea más rápida y más fácil, ofreciendo crédito donde sea necesario, al mismo tiempo que se mantienen la integridad y credibilidad de los sistemas FSC.

Asumir riesgos calculados, basados en los beneficios ya comprobados, permitirá a los titulares de certificados demostrar su cumplimiento y sustentabilidad al mismo tiempo que mejoran su desempeño. Las mociones que abordan estos temas de forma separada necesitan una solución única y diseñada en conjunto.

Invertir para el futuro

La implicación de todos los miembros es la sangre vital del FSC. Dar autoridad a aquellos que de otra manera no tienen voz es lo que lo separa de otros sistemas de certificación. Al mismo tiempo, hacer menos cosas pero mejor y de forma más eficaz, así como centrar la atención en los negocios clave- que conduzcan a un mejor manejo forestal- es crítico.

Los estándares y la certificación creíbles pueden acelerar el cumplimiento de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aportando beneficios para las empresas, la conservación y las comunidades. Para garantizar que el FSC cumple su potencial, haríamos bien, como miembros, reduciendo barreras para entrar e invertir en procesos y programas organizacionales eficientes.

Nuestros retos actuales son pequeños comparados con nuestros logros y potencial. Encontrar soluciones es complejo y requiere liderazgo. Quizás se necesite un compromiso pragmático pero no debemos perder de vista nuestro objetivo más amplio, cuando queremos cumplir el plan estratégico del FSC y crear paisajes forestales resilientes.

Aprovechemos la oportunidad de escribir nuestra propia historia juntos, de manera que siendo buena para nosotros.

Julia Young es la responsable de la Red Mundial de Bosques y Comercio (Global Forest Trade Network (L)) de WWF, Líder provisional de WWF Reino Unido, Transformación del Sector Forestal, Práctica Forestal Mundial de WWF

Mikhail Tarasov es el Responsable Mundial de Silvicultura de IKEA